domingo, 28 de septiembre de 2008

El rincón de los escritores bajitos



CAPÍTULO 1: El ángel


Era una fría noche de invierno, como un rayo ingresó un taxi hasta la guardia médica del hospital, trayendo un ángel con su madre en un delicado estado de salud.
Hicieron los trámites administrativos rápidamente. Después entraron al consultorio, la médica lo atendió, lo revisaba por todas partes y no daba señales de vida.
El ángel no lloraba y estaba muy quietito en la camilla, su madre en un rincón del consultorio en silencio rezaba.
La preocupación era cada vez mayor, varios médicos rodeaban la camilla para volver a revisar el cuerpito y determinar el tratamiento.
Por un instante el ángel quedó solito y en ese momento por la ventana penetró una fuerte luz que lo iluminó solamente a èl y de inmediato empezò a llorar.
Todos los médicos vinieron corriendo al escuchar ese llanto, lo volvieron a controlar y no descubrieron nada, pusieron al ángel en los brazos de su madre y no sólo dejó de llorar, sino también le sonreía con muecas de felicidad.
Nadie pudo explicar cómo se curó ese ángel, pero su madre sí entendía lo que había pasado y después, como un rayo de luz los dos se perdieron en la noche camino a su casa.


Capítulo 2: ¿ Por qué lloran los ángeles?

En una recorrida del ángel por las salas del hospital, le llamó la atención el llanto de los niños, pero no entendía por qué lloraban de distinta manera.
Un ángel lloraba porque le estaban colocando un vía, o sea, le estaban buscando una venita para pasarle una medicación. Lo tenían agarrados entre varios. Sus padres y los enfermeros trataban de colocarle el suero.
Este lloraba con desesperación, con toda su fuerza. Se podía escuchar en todo el hospital.
En cambio, los otros niños lloraban de distinta manera. Un ángel tenía un fuerte dolor y por eso es diferente su llanto. El ángel decía: ¡aaayyy me duele mucho!!, ¡me duele!, es un llanto permanente, un llanto de dolor.
Otro niño que estaba en brazos de la enfermera lloraba y lloraba sin parar.
Venían los médicos, no tenía nada, pero cuando la enfermera le pasó el niño a la madre, éste se calmó y dejó de llorar porque era un llanto de ausencia, es que los ángeles se dan cuenta quien es la madre por la voz y por el olfato. Así reconocen los olores de su mamá.
Entonces ahora comprendo que los ángeles lloran cuando tienen dolor, pero muchas veces lloran por falta de amor.

Francisco Atencio (18 años) de Misiones


EL HADA DEL BOSQUE

En un pueblito hace mil novecientos años vivía un niño, que aunque era pobre, siempre, siempre era feliz.
Un día su mamá lo mandó a vender. Vio un camino que lo llevaba a un bosque. El, con mucha curiosidad se fue por ese camino y, de pronto se encontró con que estaba perdido y empezó a llorar. En su casa su mamá empezó a preocuparse porque ya era de noche y pensaba que su hijo no estaba bien. El niño estaba llorando todavía. De pronto vio una luz. Esa luz era un hada, la más bellísima hada. Era tan, pero tan bella que el niño ni se asustó, bueno…se asustó un poco, pero apenas, y se enamoró perdidamente. Entonces ella le dijo: qué desea pues?. El contestó con vergüenza y los cachetes rojos. Pues “yo deseo….espera…cuántos deseos puedo pedir”. Respondió: “Todos los que quieras”. Buenísimo, gritó él y le pidió volver a su casa y ser rico. Entonces agitó su varita y se lo concedió. El niño se alegró de tener a su mamá y vio una bolsa con dinero. Y dijo: ¡Se cumplieron mis deseos!
Desde ese día el niño la invitó a vivir en su casa. Ella aceptó con mucho gusto y siempre cumplió todos los deseos del niño.

Arturo Crespo de 10 de años de Formosa


Adaptación de “LOS TRES CHANCHITOS”

Hace mucho tiempo en Londres, Inglaterra vivían tres chanchitos Llamados: el mayor era Tom, el del medio Verlioka y el menor Vicam, también había un lobo que se llamaba Bob.
El lobo Bob odiaba a los chanchitos por ser muy divertidos, el siempre intentaba derribar sus casas, para dejarlos en la calle.
Primero fue a la casa de Vicam quien quien no se esforzó mucho e hizo una casa de cartas de truco el lobo no tardo mucho en derribarla, la derribo de un soplido, Vicam fue corriendo a la casa de Verlioka quien había construido su casa de libros a esta la derribo con agua. Estos dos corrieron rápidamente a la casa de Tom quien se esforzó mucho y la había hecho de ladrillos, madera y chapa por supuesto el lobo, tuvo que traer aviones, tanques y dinamita. Obviamente intento un montón de veces pero al final se rindió y los chanchitos los perdonaron, comiendo un buen locro correntino y empanadas salteñas.


Pablo Pastrana (12 años) de Salta y Gustavo Blanco (11 años) de Corrientes

Viaje al pasado


Un día un chico de 7 años quería saber cómo era el pasado e hizo una máquina del tiempo. Primero fue a Roma y luchó contra un león, y viajó y viajó y viajó hasta que llegó a un bosque tranquilo. Caminó mucho, y, de repente algo muy raro venía corriendo a gran velocidad y se dio cuenta que era un dinosaurio. Era un velocirraptor. Parecía que medía un metro ochenta. Del otro lado venía un carnotauro. Corrió, lo seguía pero no lo alcanzó. Enfrente había tres tiranosaurio rex. Pudo escapar de todos los peligros hasta que llegó a su casa sano y salvo y fue un chico popular.


Renzo Fogliati (7 años) Misiones